Hotel Rural La Casa Del Patrón

El hotel está bien situado en el centro del pueblo, en medio de una plaza peatonal. No es difícil encontrar aparcamiento .Aceptan que vayas con tu mascota. En recepción te facilitan información turística muy completa.
La habitación es espaciosa con una cama grande y confortable. El baño, igualmente amplio pero falto de enchufe. La limpieza, excelente. En lo que se refiere al aire acondicionado, hay pero no refresca, sólo ventila..Aunque no nos hizo mucha falta ya que cambió el tiempo a los 2 días de estar allí.
Para nosotros, lo mejor de todo fueron los desayunos servidos por Eider y Sandra, dos camareras muy profesionales, encantadoras y simpáticas. Bollería recién hecha, tostadas con mantequilla y mermeladas, cafés, tés, cola cao, zumo de naranja, fruta. Un placer empezar el día bien alimentados.
En lo que se refiere a las comidas, bueno comer, comer no comimos ningún día pero sí que cenamos. Para quien le guste los platos muy bien presentados, de diseño, pero con poca comida, ese es su sitio. Te quedas con hambre pero eso sí, la comida es de muy buena calidad.
Por poner una pega: el tiempo de espera para la cena. Los camareros muy eficientes y trabajadores, no paraban quietos. Pero no daban a basto: entre las terrazas, el bar y el restaurante había días en que la espera para que te atendieran era muuuuuuy larga.

Hotel funcional, sencillamente equipado, habitaciones pequeñas pero con aceptables servicios. Trato incorrecto, baratos precios y desayuno pobre. Parking poco cómodo. Hotel ruidoso. Baño de mal limpieza. No lo recomiendo.